No toque mi televisor: Falla de origen

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha propuesto regular la emisión de publicidad en los canales transmitidos por la señal del cable, con la supuesta noble intención de «proteger» al «sufrido» suscriptor de cable de las odiosas tandas comerciales de larga duración.

Sin embargo, con ello no sólo se limitan los ingresos que perciben los canales y operadores de cable, sino que no se advierte (o lo disimulan bien) que limitar sus ingresos significa a la larga hacer más onerosa la prestación del servicio. En buen cristiano: están haciendo más caro el cable. Gracias por nada, señores del Ministerio.

El respeto por las reglas del mercado resulta fundamental para continuar por la senda del desarrollo. Si los suscriptores del servicio de cable estuviéramos descontentos con el servicio que nos brinda nuestro operador, ya habríamos virado hacia otro. Dirán algunos que no hay muchas opciones, pues tendrá que ver en ello que no estamos tan descontentos con el servicio que recibimos ni con el precio que pagamos, quizás. Si el mercado reflejara un descontento real y manifiesto de los suscriptores porque pagan por un servicio que no satisface sus expectativas, otros operadores de cable habrían detectado fácilmente las señales y estarían ya ofreciendo sus servicios mejorando las condiciones que generan el descontento. Es decir, ya habrían operadores ofreciendo la señal con menos o quizás ninguna publicidad.

Quizás lo que el Ministerio no percibe (o, nuevamente, no quiere percibir) es que el cable cuesta lo que cuesta en el Perú porque está en parte financiado por esas odiosas tandas publicitarias. Si se les obliga a renunciar a dicho financiamiento, tendrán que recurrir a otro y será nada más y nada menos que su bolsillo, señor suscriptor.

De otro lado, ¿alguno de ustedes se ha visto realmente obligado a ver esas -a veces ciertamente odiosas- tandas comerciales? Yo al menos, no. Cuando las he visto -confieso que he pecado-, ha sido por pura curiosidad y nada más. En las demás ocasiones he tenido decenas de canales como alternativa a los que dirigir mi mirada antes de quedarme viendo la súper oferta que por sólo 99,99 soles me entregará el producto ofrecido, uno adicional, el manual de instrucciones y un estuche de regalo -por si fuera poco-.

El problema más bien lo solía tener cuando años atrás no tenía acceso al cable y la señal abierta limitaba mi elección a 5 ó 6 canales que no sólo tenían una paupérrima programación – hay cosas que no cambian- y a veces inclusive tenían la malicia de transmitir algo en cadena.

Si los señores del Ministerio salieran a las calles con la pregunta bien formulada y le dijeran a la gente «¿le gustaría ver televisión por cable sin comerciales pagando más por el servicio que contrata?», probablemente no venderían su propuesta ni si quiera anunciándola en el hoy vilipendiado Quality Channel.

«Piensa mal y acertarás» decía tu abuelita (yo nunca se lo oí a las mías), por lo que toca pensar en si los funcionarios del Ministerio son realmente tan miopes como parecen o es que simplemente hay incentivos perversos detrás de tan «noble» propuesta. ¿A quién beneficia la limitación de publicidad en las señales de cable? No es tan complicado darse cuenta que las únicas beneficiadas son las señales de televisión abierta. Dichos canales andan preocupados por el hecho que los sabios consumidores –sí, señores, somos más sabios de lo que quieren hacer creer- andamos más interesados en la programación del cable, con todo y sus requerimientos a que «¡llame ya!», en lugar de a su sosa, estancada y cada vez más pobre programación. Entonces, ahí está la falla de origen de la propuesta, los consumidores somos en realidad la verdadera «pantalla» de una mala intención. Señor funcionario del Ministerio, por favor, no toque mi televisor.

16 Responses to No toque mi televisor: Falla de origen

  1. Mario Zúñiga dice:

    Luca,

    Totalmente de acuerdo! La propuesta no tiene ningún sentido, por lo que parece que sólo puede explicarse en algún esfuerzo mercantilista por parte de los canales de señal abierta que, siendo menos, tienen más poder de lobby que los canales de cable (la mayoría del exterior y sin representación local directa).

    Como en todo mercado en el que existen niveles razonables de competencia, como es el caso del mercado de señales y del mercado de proveedores de cable no se justifica la intervención del Estado para regular la calidad del servicio ni condiciones de contratación.

    Si a alguien no le gusta la cantidad de comerciales que pasa un determinado canal, pues que cambie de canal.

    Lo que debería hacer el MTC es tratar de promover el ingreso de más proveedores de cable para que haya más competencia. Pero con este tipo de propuestas está haciendo todo lo contrario.

    Saludos,

    Mario

  2. raul dice:

    Excepcional articulo!! Felicitaciones!!

  3. Fernando Cáceres dice:

    Muy buen post y 100% alineado con tus ideas, Luca.

    En mi opinión, el Estado debe priorizar el empoderamiento de los individuos (libertades, competencia, información, educación), en segundo lugar hacer responsables a los individuos de sus actos (seguridad, justicia, enforcement), y en último lugar prohibir o crear obligaciones.

    Pero hoy en día, el Estado Peruano hace todo lo contrario: prioriza las prohibiciones/obligaciones (propone límites temporales a la publicidad en tv por cable), casi no hace a los individuos responsables de sus actos (no hace nada por combatir la informalidad en la TV por cable que merma la posibilidad de acceso de nuevos competidores), y mucho menos todavía empodera a los individuos (confiando en su capacidad de decidir -con su control remoto- ver o no ver el canal que tiene «mucha» publicidad).

  4. Daniel Gutiérrez dice:

    Lógica pura que al parecer el legislador no vé (o peor aún, no quiere ver).
    Primero, asumir que efectivamente TODOS los suscriptores del servicio «sufren» con los comerciales de larga duración es altamente precipitado. Si bien es cierto que la gran mayoría los detesta (dentro de los que me incluyo), algún porcentaje, así sea reducido, debe sentirse a gusto con los mismos.
    Segundo, una regulación de este tipo inevevitablemente llevaría a restringirles el mercado a las agencias de publicidad, pues estas verían limitadas sus opciones para transmitir las publicidades que elaboran.
    Finalmente, recordando también las frases de de la abuela: «nada es gratis en esta vida y si pensaste que lo era revisa tu bolsillo al día siguiente», con lo cual se reafirma lo que señala el post,tarde o temprano seremos los consumidores los que tengamos que responder económicamente (por el incremento de las tarifas) debido la miopía del legislador.

    • Estimado Daniel,

      De hecho, la publicidad es un mecanismo de mitigar los efectos de la asimetría informativa en materia de contratos masivos. En el fondo, los consumidores pagamos voluntariamente por publicidad al adquirir productos que en sus costos incorporan sus inversiones publicitarias. Si los consumidores no «pagaramos» por publicidad, ésta no existiría.

      Gracias por tu aporte y te esperamos seguido en el blog.

  5. Phelan Kelly dice:

    De acuerdo, pero, particularmente no tendría problemas en pagar más para ver más contenido y sobre todo evitar la fatiga de tener que tomar el control remoto para cambiar de canal (lo que me pondría en serio riesgo de pegarme con otra cosa y olvidar lo que estaba viendo, especialmente si esta «otra cosa» tiene que ver con sexo).

    • Estimado Phellan,

      Cuando hayan más consumidores que valoren como tú el mayor contenido vs. menor publicidad a cambio de un pago mayor, seguramente saldrá un oferente al mercado a ofrecer un servicio con baja o nula publicidad. Parece que aún nuetsro mercado es más sensible al precio.
      De otro lado, si el zapping te lleva a dejar de ver tu programa sexual favorito no deberás lamentar el virjae pues simple y llanamente habrá obedecido a tu preferencia concreta en dicho momento. El mercado te ofreció algo que, aunque no lo parezca a primera vista, te fue más atractivo que aquella selección de cortos de Badani a la que te habías quedado pegado.
      Un saludo.

  6. komodo dice:

    felizmente no veo tele, sólo películas piratas, y sólo hasta dentro de poco, mientras el mundo se termina de destruir por el calentamiento global, en cuya oportunidad ya no importará cuánta publicidad emitían los canales.

  7. Gonzalo Ruiz dice:

    Buen punto Luis Carlos. El telón de fondo efectivamente es la crisis por la que atraviesan los canales de señal abierta, para quienes la “torta publicitaria” se viene achicando cada día más. Si estos no se reconvierten, la situación podría agravarse para ellos (no tanto para los consumidores) con el advenimiento de la TV Digital que permitirá multiplicar el número de canales de señal abierta y promover la entrada de nuevos operadores. De hecho en algunos países europeos, esta nueva tecnología permite desarrollar nuevos modelos de negocio para los operadores de señal abierta, como la posibilidad de ofrecer programación “pay per view” (es decir, los canales de señal abierta cobrando directamente a los usuarios!!!: lo inverso a lo que está intentando prohibir el Ministerio). Habría que ver si ello también estará prohibido en el Perú. Si así fuera creo que estaríamos yendo contracorriente de la tendencia a nivel mundial.

  8. Hugo Gómez A. dice:

    Estimados:

    Es evidente que la propuesta no tiene sentido desde el punto de vista del bienestar de los consumidores. El zapping es la herramienta que tiene el consumidor para castigar al programa que se excede con publicidad. Y el cambio de proveedor de cable es el castigo que aplica el consumidor cuando el operador de cable se convierte en «angurriento» con excesiva publicidad. El problema es cuando no hay competencia y el operador de cable tiene posición dominante.

    Lo que también parece claro es que el principal ganador con la propuesta es la televisión de señal abierta, la que, de ser el caso, debería competir con la televisión por cable a través de una programación atractiva y no mediante el cabildeo (lobbying).

    Saludos

  9. Cecilia O'Neill dice:

    Una muestra más de que cuanto menos haga el Estado, mejor.
    Slds,
    c

  10. Alonso dice:

    De acuerdo con tu punto de vista. Es como pretender ver ESPN sin comerciales!!

    No cuesta nada mirar los comerciales. Lo que detesto es cuando los canales que veo tienen comerciales al mismo tiempo. Molesta, porque se que es a proposito, no coincidencia.

  11. […] fUENTE: DE COMUN SENTIDO Imagen: […]

  12. Vanesa Maraza dice:

    Buen artículo, muy acertado, además que como dices no estamos obligados a ver los comerciales (que dicho sea de paso en cable tienen un tiempo delimitado, en cambio en televisión nacional si son exageradísimos, ej. «al fondo hay sitio» jaja), lo que pasa es que a veces los legisladores se dedican a temas que aparentemente les favorecen pero que no son tan imporantes como problemas sociales, los cuales no los tocan al no estar vinculados con éstos directamente

  13. […] humor. Total, si no nos gusta, siempre podemos cambiar de canal, como nos recordaba Luca en un post anterior. ¿Y […]

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