Un post «politicón»: ¿por qué no debería indultarse a Fujimori?

Este blog no se ha caracterizado por tratar frecuentemente temas políticos, pero sí por analizar el diseño y los efectos potenciales de normas legales y políticas públicas. En ese sentido, resulta interesante analizar algunas de las razones por las que no debería indultarse al ex-presidente Alberto Fujimori, incluso si el supuesto cáncer terminal que padece fuera cierto. Ojo, estoy diciendo que «no debería»; no discutiendo si, dado el marco constitucional y legal actual, se puede o sería legal otorgarlo. Este post está, ergo, en clave de «deber ser», no de «lo que es».

 

 

El indulto no debería ser concedido, ni a Fujimori ni a nadie, para empezar, porque es una institución que no tiene razón de ser. Es, como nos recuerda un editorial de El Comercio de hace algunos días, un rezago de las épocas del monarquismo (igual que la inmunidad parlamentaria), en las que la mera voluntad del rey bastaba para dejar sin efecto una decisión de la justicia (allí donde había por lo menos un remedo de justicia independiente). Una primera razón, entonces, es el limitar los poderes de la presidencia, cargo de por sí bastante empoderado en nuestra Constitución.

 

En segundo lugar, el indulto no debería proceder porque la finalidad misma del sistema de justicia y del Derecho Penal es desincentivar la realización de conductas que consideramos socialmente perjudiciales. Si “perdonamos” la sanción (el indulto no borra la condena, solo condona la pena) a un ex-Presidente que abusó de sus funciones atendiendo al respaldo político con el que cuenta (porque si Fujimori no tendría un gran respaldo de muchos sectores, no se estaría ni discutiendo el indulto) sería un pésimo mensaje a próximos presidentes: “pórtate mal nomás, pero haz obra”.

Atendiendo a razones humanitarias y asumiendo que Alberto Fujimori (o cualquier otro potencial indultado), claro está, puede afirmarse que no corresponde, que es demasiado cruel o indigno que una persona muera en la cárcel. Pues bien, en ese caso, debería aplicarse o establecerse (si es que las existentes normas penitenciarias no lo permiten ya) un protocolo para que el preso tenga adecuada atención médica, mayores visitas de sus familiares o cualesquiera otras condiciones que le faciliten una convalecencia digna o adecuada.

Las razones, como recuerda mi amigo @enrique_pasquel en una nota para El Comercio («Malas Razones», Jueves 4 de octubre de 2011) que esgrimen los que están a favor del indulto son falaces o simplemente muy malas:

i) «Hizo más cosas buenas que malas»: Ojo, yo soy de los que valoro mucho de lo que hizo Fujimori como presidente. En especial, pese a que no era “fan” de la economía de mercado, gracias a los consejos de asesores como Carlos Rodríguez-Pastor, Hernando de Soto y otros, supo tomar las medidas que permitieron recuperar la economía nacional y la inversión privada. Pero por ello se merece nuestro reconocimiento, no una tarjeta que, cual monopolio, le permita salir libre de la cárcel pese a haber cometido un delito.

ii) «Sus excesos eran necesarios para combatir el terrorismo»: Falso. Los hechos nos demostraron que la derrota (no total, ojo con los rebrotes) de Sendero Luminoso tuvo más que ver con la inteligencia que con duras acciones policiales o militares. Pero además, así se admitiera este falaz argumento, no puede ignorarse que Fujimori cometió una larga lista de delitos que no tuvieron nada que ver con la lucha contra el terrorismo: peculado, apropiación de fondos, abuso de autoridad, corrupción.

iii) «Tener un presidente preso es malo para la institución de la presidencia»: este argumento es el peor de todos, la verdad. Si alguien denostó la institución fue el propio Fujimori, con los delitos y “excesos” (¿que feo eufemismo no?) Yo creo que tener a un ex-presidente preso es más bien materia de orgullo. Algo que no hicieron otras democracias lo hizo el Perú, una demostración de que la Ley aplica para todos.

 

 

1 Responses to Un post «politicón»: ¿por qué no debería indultarse a Fujimori?

  1. pancho dice:

    Totalmente de acuerdo.
    Genial el ejemplo que das, al decir que por las cosas «buenas» que hizo no se merece una tarjeta para salir libre de la cárcel cual monopolio.

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