¿Qué hay de malo con Copacabana?: Alcaldes impedirán construir edificios en la Costa Verde

“No vamos a tener Copacabana en la Costa Verde , no va a haber grandes proyectos inmobiliarios. La Costa Verde va a ser un espacio de recreación pública para todos los limeños. Esto significa que debemos tener espacios donde la gente pueda practicar deporte, que pueda reunirse libremente acceder a ella a través de las escaleras y los puentes”, afirmó al Diario Gestión el nuevo presidente de la Autoridad del Proyecto Costa Verde (APCV), José Rodríguez.

La primera pregunta que nos viene a la mente es ¿y qué hay de malo con Copacabana? Si bien parece positivo que se reserve una determinada cantidad de espacios (o una gran cantidad, si prefieres) a la creación de espacios públicos (parques, miradores, etc.), pero, ¿por qué excluir totalmente la construcción de algunos proyectos privados? ¿Se ha estudiado qué cantidad de espacios públicos se demandan? ¿Se ha verificado que todos sean autosostenibles? (No sería justo ni eficiente que los financie el Estado con los recursos de todos los peruanos si sólo los limeños, o incluso algunos limeños, los usarán).

De otro lado, hay otra pregunta, quizás más importante, que subyace al tema: ¿son todos los acantilados a los que se hace referencia propiedad pública? Porque, si fueran de propiedad privada, ¿no sería la medida municipal prácticamente una expropiación? ¿Qué pasa con quienes pensaban vender esos terrenos?

3 Responses to ¿Qué hay de malo con Copacabana?: Alcaldes impedirán construir edificios en la Costa Verde

  1. Hugo Gómez A. dice:

    Mario:

    Si uno va por la Costa Verde, apreciará en la parte correspondiente a las jurisdicciones de Magdalena y San Miguel áreas de terreno que se han ganado al mar así como el espacio dejado por la antigua pista, en los cuales pueden desarrollarse proyectos inmobiliarios y turísticos (hoteles, restaurantes, casinos, discotecas) en combinación con espacios públicos (parques, boulevard, playas). Si esto ocurriera (a semejanza o no de Copacabana) los ingresos de los municipios ribereños aumentarían (impuesto predial, arbitrios), el valor de las propiedades de los vecinos se incrementarían, las empresas inmobiliarias (y sus trabajadores) tendrían más oportunidades de trabajo así como las miles de personas que serían contratadas para trabajar en los hoteles, restaurantes, casinos, discotecas y demás negocios que se instalarían allí. En suma, todos ganarían.

    Adicionalmente, los propietarios o concesionarios (la figura de la concesión por 60 años es útil para explotar negocios en áreas calificadas como bienes de dominio público, como son las playas) de los locales ubicado en tales zonas serían los principales interesados en que las playas y aguas del litoral se mantengan limpias, pues esto atraería más turistas (clientes). De manera que en términos ambientales, los alcaldes tendrían como aliados a todos los inversionistas interesados en que no se contaminen las playas y aguas ribereñas.

    Pareciera que las nuevas autoridades de la comuna metropolitana no comprenden que es factible combinar la inversión privada con espacios públicos. De hecho, si se instalaran en la Costa Verde más locales comerciales y proyectos habitacionales, los espacios públicos contiguos serían más apetecibles para los limeños y chalacos, y las empresas de transporte de pasajeros estarían interesadas en solicitar permiso de ruta por esas zonas.

    Saludos

    Hugo Gómez (vecino del distrito de San Miguel)

  2. Carlos Rocca dice:

    Comparto la opinión de que Copacabana no tiene nada de malo y es tan recreativo como practicar deportes. Una de las mejores experiecias que he tenido ha sido caminar a la medianoche por el malecon de Acapulco con mi esposa. La gran variedad de locales de espectáculos y entretenimiento ofrece una visión especial e inolvidable de la ciudad. Es un lugar muy trillado el decir que sólo lo natural es mejor.

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